Jaime Ferrero, la cara de un hijoputa

No sé cuántos visitáis mi blog, pero esto lo váis a ver mucho tiempo y mucho rato.  Y espero que los 4 hijos de puta que aparecen en las fotos, así como el fotógrafo/a también.  Deseo con todo mi corazón y toda la mala hostia que puedo desarrollar (y es muuuuuuuuucha) que os jodan toda vuestra puta vida, que no merecéis ni vivirla.   Es para juntaros a ti, a tus amigos y reventaros la cara a patadas, sollar vuestros pellejos con un soplete y después cortaros las manos y la polla, para que no volváis a joder nunca más.  Os deseo una muerte agónica, lenta y que reproduzca todo el sufrimiento que habéis causado.  No merecéis ni la mierda que cagan los gatos, no merecéis ni otra letra más.


Jaime Ferrero
C/ BANDERAS CASTILLA, 49
45600 Talavera de la Reina (Toledo)
Tfno:925826182








Crónicas Kilimanjaleiras (I)

Por fin he recuperado mi diario de montaña.  A continuación, y en varias entregas, iré transcribiendo las crónicas de mi viaje a Tanzania.  Los cambios de tiempo verbal están motivados por las circunstancias: es decir, había días que escribía al final de la jornada, otros durante la misma... habrá partes del discurso en pasado, otras en directo, y otras pueden ser flashbacks sacados de notas que fui escribiendo en otros soportes que encontraba a mano (una servilleta, un trozo de periódico...).

Sólo están narrados los primeros días, hasta el descenso del Kilimanjaro.  Las visitas al Ngorongoro, el lago Manyara y Kenia serán relatadas en otra ocasión.

7 y 8 de agosto de 2003 (BILBAO – ARUSHA)

A las siete de la tarde estaba como un clavo esperando con mi petate de 16 kg a que pasaran J. y D. para llevarnos a Loiu. Allí nos juntamos con el resto de la expedición: J.A., M., E., S., E. (Robocop) y J. (Baboo).

Cogimos el avión a Madrid y allí, en Barajas, estuvimos casi 8 horas esperando. Yo acabé durmiendo en un banco en la calle, como una mendiga, porque dentro del aeropuerto te congelabas con el aire acondicionado.

"Son las 2:06 h aquí en Barajas y aún faltan 4 horas para coger el vuelo a Amsterdam. No sé si todavía esto que me está pasando es real, si mañana a estas horas estaré en el corazón de África, bajo el techo del continente negro y caluroso".

Sobre las cuatro y media de la mañana facturamos el equipaje y aún salimos con una hora de retraso por problemas atmosféricos en Amsterdam. Menos mal que volábamos con KLM y se avisaron de los retrasos, porque nosotros ya llegamos por los pelos al enlace con el avión al Kilimanjaro International Airport, y así y todo tuvimos que esperar media hora más a otros pasajeros. Total, que eran las once y media de la mañana cuando emprendimos, por fin, el viaje intercontinental.

Despegamos en mitad de "Every breath you take", lo cual fue, ciertamente, romántico. Sobrevolamos Frankfurt y los Alpes, éstos al son the "Somewhere I belong". Se podía ver el champiñón del Mont Blanc emergiendo de las nubes. Sólo quedaban ya 6174 km hasta destino. Cruzamos Italia de refilón por el Tirreno, saliendo por la suela de la bota para encarar la entrada a mi amada África por espacio aéreo libio, cerca de Benghazi. Qué bien… sólo faltan 4624 km.

El desierto se manifestaba infinito bajo la otra infinitud, la del azul del cielo. Dunas, barjanes en tonos ocres, dorados y pozos petrolíferos agotados, afloramientos calizos semejantes a esqueletos comenzaron a vestirse de rojo al llegar a Sudán. Entre Jartum y el Facher ya sólo nos quedaban 2320 km, seguíamos a 10 km sobre las nubes y a 900 km/h. La noche nos sorprendió entrando en Kenia, como furtivos, amparados por las sombras violetas y púrpuras. El 747 empezó a descender lentamente hasta que, a falta de 20 minutos para destino volábamos a 5144 m de altitud, por debajo ya del soñado Kilimanjaro. Las luces de Arusha brillaban como las estrellas del firmamento bajo nuestras alas. Tras 8 largas horas aterrizábamos en el Aeropuerto Internacional.

Llegamos sobre las nueve de la noche, un día después de embarcar en el primer avión de los tres que cogimos. Los controladores de pasaportes no eran como los macizos holandeses, pero el trámite del visado fue rápido pues sólo nuestro avión aterrizó a esas horas.

Luego de aflojar 25$, Emilian nos ha recogido para traernos al hotel. Nos ha costado una hora larga llegar al "Spices and Herbs", un curioso hotel etíope lleno de fotos de sus "ilustres" huéspedes, entre los que se encuentra Bill Clinton. A este hotel regresaremos al bajar del Meru.

Por fin vamos a dormir en una cama, con mosquitera. Estoy agotada. Y sin embargo exudo adrenalina y sólo tengo ganas de correr y saltar y pegar gritos, despertar a todo el mundo y morirme de risa. Es como si me hubiera bebido toda la cosecha de La Rioja del 96.



Resident Evil: ¿quién sería yo?

You scored as a HUNK
A member of Umbrella. His ability to escape death is both a gift and a curse. HUNK does what he has to do and always gets the job done.
HUNK 100%
Chris Redfield 83%
Claire Redfield 75%
Albert Wesker 67%
Rebecca Chambers 67%
Billy Cohen 58%
Ada Wong 58%
Leon Scott Kennedy 42%
Jill Valentine 42%
Carlos Olivera 42%
Barry Burton 33%